Seis de cada diez argentinos preferirían trabajar en el Estado

Un informe de la Universidad Austral sobre empleo público y privado revela que el 62% de los argentinos prefiere un empleo en el sector público, y si bien se intensifica en los estratos sociales más bajos, es una tendencia que se impone en todos los sectores sociales.

Actualidad24/09/2021Pilar NoticiasPilar Noticias

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En un contexto de incertidumbre y presión sobre las instituciones estatales, una investigación del Centro de Estudios en Comunicación Aplicada (CECAP) de la Universidad Austral revela que “el Estado nacional continúa siendo el sector elegido por los argentinos para trabajar”. El estudio, que se realizó por primera vez en 2017 y este año presenta su tercera edición, confirmó una tendencia en alza: “A la hora de elegir entre un empleo público y uno privado (a igualdad de condiciones), el 62% de la encuesta optó por el público, mientras que el 34% optaría por el empleo privado”.

Orientado a investigar, asesorar y capacitar desde la investigación y la docencia universitarias sobre cuestiones de comunicación pública, el CECAP realizó un sondeo -a través de grupos focales y encuestas telefónicas- acerca de cuál es la preferencia de la sociedad argentina respecto al empleo privado, al empleo público y otras preferencias vinculadas al rol del Estado.

La serie histórica que hoy presenta el estudio, liderado por los investigadores Juan Pablo Cannata, Augusto Reina y Máximo Reina; evidencia que, lejos de cambiar, las preferencias de la opinión pública se consolidaron al cabo de 4 años. Ante la pregunta "¿Qué elegirías si tuvieras dos propuestas de trabajo exactamente iguales, pero una del sector privado y otra del sector público?", la mayoría de los entrevistados optó por el empleo público.

Como dato no menor, el informe resalta que, en el análisis de los cruces por edad, las preferencias sobre el Estado, versus al empleo privado, aumentan en los públicos más joven, llegando a representar una preferencia del 66% contra el 29%, en los sectores más jóvenes (de 18 a 29 años).

Con respecto al nivel socioeconómico, las preferencias sobre el empleo público son ampliamente mayoritarias en los segmentos más bajos y esta tendencia disminuye a medida que aumenta el nivel socioeconómico. Aun así, el sector socioeconómico más alto sigue teniendo una clara preferencia por las acciones estatales en esta pregunta (52% a 43%).

A pesar de las crisis recurrentes, los entrevistados continúan mencionando a “la estabilidad como una de las principales cualidades del empleo público frente a la incertidumbre que genera el empleo privado en cuanto a garantizar la permanencia laboral. En él existe una mayor protección para con las personas”, indica el informe.

Desde el CECAP destacan la ausencia de vinculaciones entre Estado y funcionarios o dirigentes políticos: “Solo algunos pocos comentarios redundan alrededor de la importancia de los contactos a la hora de ingresar al Estado como trabajador público. Hay una escisión entre los cargos políticos y el empleo público”.

Por otro lado, entre las pocas asociaciones positivas que tiene el empleo privado se destacan una mayor posibilidad de progreso y mayores oportunidades. “Los argumentos exponen que el esfuerzo y la eficiencia son mejor evaluados en el empleo privado que en el público”, sostiene el estudio.

“Continuando con lo hallado en 2017, no encontramos en el estudio la imagen de empresario como un inversor, un desarrollador de oportunidades, generador de valor social, ni un pagador de impuestos. El empresario es un maximizador privado sin responsabilidad social ni solidaridad”, explican los autores del informe.

COVID-19
Los últimos estudios fueron realizados durante los primeros 100 días de la cuarentena impuesta por el gobierno nacional con ocasión de la pandemia de Coronavirus. Por ese motivo, el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) ingresó como variable que reforzó las visiones y las ideas expresadas en relación al empleo público y privado, acrecentando el valor positivo de lo público.

“A su vez, las restricciones de la pandemia que pusieron al Estado en el centro de todas las actividades han mostrado, una vez más, que las crisis (que parecen crónicas en el país) son más agresivas con el sector privado. El mundo público, con sus limitaciones, es un mundo de seguridad. Y esa seguridad vale mucho cuando el contexto es muy hostil o cuando la persona no se siente empoderada (por sus recursos, se educación) frente al contexto”, refuerza el informe. (Pilar Noticias)

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